Cuando un sitio web decide expandirse y ofrecer su contenido en otros idiomas o países, uno de las primeras y más importantes decisiones que se debe tomar está relacionada con la arquitectura web que se va a utilizar.
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Arquitectura web internacional
En general, la arquitectura web del sitio es uno de los primeros asuntos que debe tratarse, puesto que una elección incorrecta puede hacer que nos encontremos con problemas de rastreo e indexación en el futuro.
En el caso del SEO internacional, la elección de la arquitectura es aún más importante, ya que es esencial que los motores de búsqueda muestren los diferentes contenidos al público correcto, en función de su idioma o localización.
Una arquitectura web internacional incorrecta podría causar grandes problemas de rastreo e indexación, llegando incluso a afectar a más de uno de los idiomas ofrecidos. Por ejemplo, al utilizar contenido muy similar para posicionar en España y Argentina, los motores de búsqueda podrían considerarlo contenido duplicado y, por tanto, lo ignorarían. Si la estrategia de internacionalización es correcta, los diferentes buscadores ofrecerán la versión española en España y la argentina en Argentina.
Este ejemplo cobra gran relevancia si pensamos en un e-commerce. Es importante que cada buscador ofrezca la versión correcta del contenido, de forma que los usuarios que accedan al sitio web en cada país encuentren la moneda correcta y la información relacionada con los pagos y envíos adecuada.
Existen 4 estrategias principales para estructurar las diferentes versiones internacionales de contenido de un sitio web. Todas ellas cuentan con diferentes ventajas e inconvenientes, por lo que es importante encontrar la que mejor se adapte a las necesidades particulares del proyecto.
Subdominios
Los subdominios son una de las alternativas para ofrecer diferentes versiones de un contenido. El subdominio forma parte del dominio principal, pero Google y el resto de buscadores son capaces de verlo como una entidad independiente.
Un ejemplo de subdominio es: “mx.ejemplo.com“
Entre sus ventajas destaca que se puede configurar tanto en Google Search Console como en Bing Webmaster Tools para gestionar la localización geográfica a la que se dirige en Google y Bing, respectivamente.
Además, esta segmentación geográfica es mucho más conveniente, ya que cada subdominio y todos sus subdirectorios se encontrarán en la misma segmentación.
Si queremos ser aún más detallistas, los diferentes subdominios pueden ser alojados en diferentes servidores que se encuentre físicamente en el país o región a la que se dirigen. Actualmente, esta señal no tiene tanta importancia, pero podría llegar a ser utilizada por Google para determinar el público al que se dirige el contenido.
El principal inconveniente del uso de un subdominio para estructurar el contenido web internacional está relacionado con el reparto de autoridad de los back links entre el subdominio y el dominio principal, puesto que dicho reparto no es del todo eficiente.
Subdirectorios
Los subdirectorios son carpetas que se alojan bajo el dominio principal. Los motores de búsqueda no los consideran como entidades independientes, por lo que podrían utilizar señales del sitio principal en el subdirectorio.
Un ejemplo de subdirectorio es: “ejemplo.com/mx/“
Al igual que en el caso anterior, los subdirectorios pueden ser configurados en Google Search Console y Bing Webmaster Tools para gestionar la localización geográfica de cada uno de ellos.
Además, se trata de una alternativa muy fácil de mantener, puesto que los subdirectorios se crean simplemente añadiendo carpetas adicionales en el sitio web principal y todos ellos se gestionan desde un único servicio de hosting.
Al estar alojados en el mismo dominio, todos los subdirectorios y el dominio principal reparten la autoridad de forma más adecuada, beneficiándose unos de otros.
El principal inconveniente del uso de subdirectorios es que los usuarios podrían tener problemas para detectar que se trata de contenido geolocalizado. Los buscadores en los dispositivos móviles no suelen mostrar la URL completa, de forma que los usuarios podrían no darse cuenta de que se encuentran en la URL incorrecta.
Dominios separados o ccTLD
El uso de dominios con código de país o ccTLD (country code top-level domain) son dominios que están asociados a países concretos.
El uso de dominios separados muestra, tanto a los motores de búsqueda como a los usuarios, el país en el que el sitio web está registrado.
Es importante destacar que los ccTLDs se utilizan para dirigirse a países o regiones concretos sin tener en cuenta el idioma. Así pues, si queremos mostrar la misma URL a todas las personas de habla hispana, esta alternativa no nos serviría puesto que una URL acabada en .es solo aparecería en España.
Un ejemplo de dominio con código de país es: “ejemplo.mx“
La principal ventaja de usar dominios separados es que el propio dominio indica a los motores de búsqueda la localización a la que se dirige el contenido. No es necesario utilizar las herramientas de webmaster para señalárselo.
Además, los usuarios serán capaces de ver fácilmente en la URL que el contenido va dirigido a ellos. En algunos países, esto juega un papel muy relevante, puesto que los propios usuarios confían más en los dominios con una terminación local.
Al tratarse de dominios separados, todos ellos deben ser alojados por separado, por lo que el mantenimiento de la infraestructura tiene un mayor coste que en los casos anteriores.
Los dominios de cada país deberían ser consistentes, es decir, debería ser siempre el mismo con distinta terminación. Esto podría no ser posible, dándose el caso en que el ccTLD de uno o varios de los países no esté disponible.
En algunas ocasiones, es necesario que la empresa se encuentre registrada en el país para poder adquirir el dominio con su código de país. Esta es una de las principales desventajas, puesto que estos estrictos requisitos podrían impedir desarrollar esta estrategia de arquitectura web.
Como ya he comentado, el uso de dominios separados localiza según el país o región, por lo que habría que implementar, de forma paralela, una estrategia de URLs para localizar el contenido por idioma dentro de un mismo país. Un ejemplo de esto sería Bélgica, puesto que una parte de su población habla neerlandés y otra habla francés. Además del dominio localizado, sería necesario implementar una estructura adicional para disponer del contenido en ambos idiomas.
Usar parámetros de URL para distinguir los idiomas
Es posible utilizar parámetros de URL para separar las diferentes versiones del contenido en función de la ubicación.
Para hacerlo, solo es necesario añadir un string al final de la URL. Al haber una única URL, los motores de búsqueda no ven las diferentes versiones como entidades independientes.
Un ejemplo de URL con parámetro de idioma es: “ejemplo.com/?location=mx“
El principal beneficio de utilizar parámetros está relacionado con el reparto de autoridad. Al tratarse de una única entidad, solo hay un perfil de enlaces y, por tanto, no es necesario preocuparse por el reparto de autoridad entre diferentes entidades.
Entre las desventajas de usar esta alternativa encontramos que los parámetros se rompen con frecuencia, por lo que podría mostrarse el contenido incorrecto al usuario. Además, suelen borrarse con las redirecciones y la publicidad de pago, como Google Ads o Facebook Ads.
Asimismo, Google Search Console y Bing Webmaster Tools no permiten geolocalizar el contenido utilizando parámetros de URL.
Al igual que sucede con los subdirectorios, los usuarios podrían tener problemas para darse cuenta de que la URL se encuentra geolocalizada, especialmente en los dispositivos móviles en los cuales no es posible ver la URL completa.
Como puedes ver, cada tipo de arquitectura cuenta con diferentes ventajas e inconvenientes, por lo que es necesario analizar cual de ellas se adapta mejor a las particularidades de cada proyecto.
A continuación, te dejo un diagrama de flujo creado por Aleyda Solis que puede ayudarte a elegir la arquitectura web internacional que mejor se adapta a tus necesidades.
Como puedes ver, la primera decisión que debes tomar es si la localización de tu contenido se va a hacer en función del idioma o del país al que te diriges. En función de tu respuesta, la arquitectura web internacional adecuada será diferente. Después, será necesario valorar otros aspectos como la autoridad de tu dominio o la arquitectura elegida por tus principales competidores para tomar una decisión.