Validación SEO tras una migración: consejos prácticos y herramientas esenciales

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Toda migración web tiene el potencial de impactar el posicionamiento orgánico de un sitio en los motores de búsqueda. Por ello, validar que el proceso se haya ejecutado correctamente es un paso esencial para garantizar que no se pierda tráfico ni autoridad en el camino. Este trabajo de validación es clave para detectar y solucionar errores antes de que se conviertan en problemas mayores.

Anteriormente, ya hablé en detalle sobre cómo planificar y ejecutar una migración web con éxito. Si aún no has leído ese artículo, te recomiendo hacerlo antes de continuar, ya que aquí nos centraremos exclusivamente en los pasos necesarios para validar que todo esté en orden tras la migración.

¿Cómo validar una migración SEO para asegurarnos de que todo está correcto?

Validar una migración SEO consiste en comprobar que los elementos esenciales para el posicionamiento, como las redirecciones, la indexación y las metaetiquetas, se han trasladado correctamente. Esto incluye asegurar que no haya errores técnicos que puedan afectar al rastreo por parte de los motores de búsqueda o a la visibilidad de las páginas nuevas. El objetivo es evitar pérdidas de tráfico orgánico y mantener la autoridad del sitio tras la migración.

A lo largo de este artículo, vamos a explorar los pasos clave que puedes seguir para validar una migración SEO utilizando diferentes herramientas. Cada uno de estos pasos te ayudará a identificar posibles problemas y a implementar las correcciones necesarias para mantener el rendimiento de tu sitio web tras el cambio.

Revisión del estado de indexación en Google

Una de las primeras tareas tras completar una migración web es comprobar que las nuevas URLs están siendo indexadas correctamente por Google. Esto es fundamental para garantizar que las páginas siguen apareciendo en los resultados de búsqueda y no se pierde visibilidad orgánica.

Para ello, puedes utilizar Google Search Console, donde la herramienta de inspección de URLs te permitirá verificar si las páginas migradas ya están indexadas. En caso de que alguna no lo esté, es importante revisar posibles problemas, como errores de rastreo, bloqueos en el archivo robots.txt o etiquetas noindex mal configuradas. Además, en el informe de Indexación de páginas de Search Console puedes identificar errores críticos, como páginas que devuelven códigos 404 o 500, que deben solucionarse cuanto antes.

Otra acción esencial es validar el sitemap XML. Este archivo debe reflejar únicamente las nuevas URLs y estar actualizado en Search Console. Si el sitemap contiene enlaces rotos o URLs antiguas, es probable que Google no rastree el sitio correctamente. Adicionalmente, también puedes disponer de un sitemap que contenga las URLs antiguas que han sido redireccionadas. Si lo tienes, tendrás que validarlo para asegurarte de que todos los códigos de respuesta de estas páginas sea correcto.

Verificación de redirecciones 301

Tras una migración web, asegurarse que las redirecciones 301 funcionan correctamente es uno de los pasos más críticos para preservar el tráfico orgánico y la autoridad del sitio. Una redirección mal configurada puede provocar errores de rastreo, pérdida de posicionamiento y una mala experiencia de usuario.

Para validar las redirecciones, puedes realizar un análisis exhaustivo con herramientas como Screaming Frog. Esta herramienta permite rastrear el sitio y comprobar que todas las URLs antiguas apuntan correctamente a su nueva versión, devolviendo un código de respuesta 301. Es importante también prestar atención a los posibles errores que podrían surgir, como redirecciones en cadena o bucles de redirección, que pueden ralentizar el rastreo de Google y dificultar la experiencia del usuario.

Además, es clave comprobar los enlaces externos al sitio. Herramientas como Ahrefs o Semrush te permiten identificar backlinks que todavía apuntan a URLs antiguas. Es importante asegurarse de que todas las URLs que cuentan con enlaces externos se han redireccionado correctamente para que se traspase la autoridad a la nueva URL. Además, también es recomendable contactar con los responsables de los sitios que te enlazan para solicitar que actualicen los enlaces hacia las nuevas URLs, asegurando así una transferencia más directa de la autoridad.

Por último, asegúrate de que no existan enlaces internos que todavía apunten a las versiones antiguas de las páginas. Esto se puede revisar durante el rastreo del sitio y corregir actualizando los enlaces en los menús, el contenido o cualquier otra sección que los contenga. Estas acciones no solo mejoran la accesibilidad del sitio, sino que también facilitan el trabajo de los motores de búsqueda al eliminar redirecciones innecesarias.

Monitorización de cambios en el tráfico orgánico

Una vez que se ha completado la migración, es fundamental monitorizar el rendimiento del tráfico orgánico para detectar cualquier caída inesperada. Este análisis permite identificar rápidamente posibles problemas en secciones clave del sitio y tomar acciones correctivas antes de que el impacto sea mayor.

El primer paso es comparar el tráfico orgánico antes y después de la migración, utilizando herramientas como Google Analytics. Es recomendable analizar las landing pages principales para verificar si están recibiendo un volumen de tráfico similar al que tenían antes del cambio. Si notas caídas importantes en páginas específicas, esto puede ser un indicador de problemas con la indexación, redirecciones incorrectas o incluso cambios en el contenido que han afectado su relevancia.

Por otro lado, Search Console es una herramienta indispensable en este proceso, ya que ofrece datos detallados sobre clicks, impresiones y CTR en los resultados de búsqueda. Revisa las diferencias en el rendimiento de las páginas migradas y presta especial atención a aquellas que hayan perdido visibilidad. En algunos casos, una caída en las impresiones puede ser una señal de que Google no está rastreando o mostrando esas URLs de forma adecuada.

Para complementar este análisis, es recomendable configurar alertas que te notifiquen de cambios significativos en el tráfico o en el comportamiento del sitio. Estas alertas pueden configurarse tanto en Google Analytics como en otras herramientas de monitorización SEO, permitiéndote actuar de manera proactiva ante cualquier problema.

Análisis de rastreo y cobertura

Tras completar la migración, es crucial verificar que los motores de búsqueda puedan rastrear y acceder a todas las páginas importantes del sitio sin obstáculos. Problemas en el rastreo pueden traducirse en páginas no indexadas, pérdida de tráfico y, en general, un impacto negativo en el SEO del sitio.

Para realizar este análisis, herramientas como Screaming Frog u Oncrawl son especialmente útiles. Estas permiten realizar un rastreo completo del sitio y detectar errores como enlaces rotos, bloqueos en el archivo robots.txt o respuestas del servidor que puedan impedir el acceso a ciertas páginas. Es importante asegurarte de que todas las páginas clave del sitio devuelvan un código 200 correcto y que no existan bloqueos inesperados en las configuraciones del servidor.

En paralelo, puedes consultar el informe de indexación de Google Search Console, donde se listan errores de rastreo y advertencias específicas. En este apartado, presta especial atención a problemas como páginas marcadas con etiquetas noindex por error o bloqueos derivados de reglas mal configuradas en el robots.txt. También es recomendable revisar que las páginas nuevas están siendo rastreadas y que el presupuesto de rastreo del sitio se está utilizando de manera eficiente.

Por último, asegúrate de que no existan discrepancias importantes entre lo que rastrean las herramientas y lo que reporta Google en Search Console. Estas diferencias podrían indicar que alguna configuración en el servidor está limitando el acceso de los bots de Google.

Evaluación de la velocidad y el rendimiento del sitio

La velocidad de carga y el rendimiento general son dos aspectos que se deben controlar, especialmente tras una migración. Cambios en la estructura, en los servidores o en los recursos del sitio pueden afectar la experiencia del usuario y, en consecuencia, el posicionamiento en los motores de búsqueda.

El primer paso para evaluar el rendimiento es realizar pruebas con herramientas como Google PageSpeed Insights o WebPageTest. Estas herramientas no solo ofrecen métricas clave de velocidad de carga, como el tiempo de carga (Largest Contentful Paint) o el tiempo hasta la interacción (Time to Interactive), sino que también proporcionan recomendaciones específicas para mejorar. Si tras la migración observas un rendimiento inferior al previo, puede deberse a recursos no optimizados, como imágenes sin comprimir, scripts bloqueantes o problemas con el servidor de alojamiento.

Otro aspecto crucial a revisar es el impacto en las métricas de Core Web Vitals, como la estabilidad visual (Cumulative Layout Shift) y la interactividad (First Input Delay). Google puede utilizar estas métricas como señales de ranking, por lo que cualquier deterioro en ellas podría afectar el tráfico orgánico del sitio.

Además, asegúrate de analizar el rendimiento tanto en desktop como en mobile. Muchas migraciones involucran cambios en el diseño responsive, que pueden tener un impacto significativo en la velocidad de carga en dispositivos móviles.

Por último, puedes utilizar herramientas como Lighthouse o GTmetrix para realizar un análisis más profundo y detectar problemas técnicos adicionales, como archivos CSS o JavaScript que estén ralentizando la carga. Resolver estos problemas no solo mejorará el SEO del sitio, sino también la experiencia del usuario, lo que es fundamental para mantener un alto nivel de conversión tras la migración.

Validación de etiquetas y metadatos

Uno de los aspectos fundamentales tras una migración es asegurarte de que todos los elementos de SEO On-Page, como los títulos, las descripciones y las etiquetas canónicas, se han trasladado correctamente. Un error común durante el proceso de migración es que estos elementos no se configuren adecuadamente, lo que puede generar contenido duplicado o afectar la relevancia de las páginas en los resultados de búsqueda.

Para validarlo, es esencial utilizar herramientas como Screaming Frog. Esta herramienta te permite rastrear el sitio y revisar que todos los títulos y descripciones estén completos, que no haya duplicados y que las etiquetas canónicas apunten a las nuevas URLs. Esto asegura que no haya problemas de contenido faltante o erróneo que puedan afectar a la visibilidad del sitio.

Aparte de los títulos y descripciones, la revisión de las etiquetas canónicas es un paso clave. Las etiquetas canónicas indican a los motores de búsqueda cuál es la versión preferida de una página. Si durante la migración se configuran de forma incorrecta o se mantienen las antiguas URLs, esto podría confundir a Googlebot de forma que no comprenda correctamente la nueva estructura de la web.

Es recomendable también revisar Search Console para identificar si hay páginas que presentan problemas con las etiquetas canónicas o con la indexación de contenido duplicado. Utiliza los informes de indexación para asegurarte de que las páginas que deberían ser indexadas lo estén. Además, las páginas con contenido duplicado deben ser tratadas correctamente.

Auditoría de logs del servidor

La auditoría de los logs del servidor es esencial para verificar que Googlebot esté accediendo correctamente a las nuevas URLs tras la migración. Al revisar los registros de acceso del servidor, podrás ver si los bots de Google están encontrando problemas al rastrear el sitio, como errores 404 (página no encontrada) o 500 (errores de servidor). Estos errores pueden indicar que algunas páginas no están siendo rastreadas correctamente, lo que afectaría su indexación.

Es recomendable acceder directamente a los logs del servidor para detectar patrones de rastreo. Si observas que las URLs no se están rastreando correctamente o que hay un número elevado de errores, es importante solucionarlo de inmediato. Por ejemplo, verifica que las redirecciones 301 estén implementadas de forma adecuada, ya que si Googlebot no puede acceder a las nuevas páginas, no podrá indexarlas.

Además, herramientas como Screaming Frog Log File Analyzer pueden ser útiles para analizar estos registros. Esta herramienta te permite identificar cualquier patrón anómalo en el rastreo y detectar rápidamente errores recurrentes. Asegúrate también de que el archivo robots.txt no esté bloqueando el acceso a las nuevas URLs y que el sitemap esté actualizado para guiar al bot de Google a través del sitio de forma efectiva.

Seguimiento de keywords y rankings

Una vez completada la migración, es crucial hacer un seguimiento de las palabras clave y los rankings para asegurarte de que el tráfico orgánico no se vea afectado negativamente. Durante el proceso de migración, las páginas pueden experimentar cambios en su rendimiento SEO, por lo que es importante monitorear si las posiciones en los motores de búsqueda se mantienen o si se producen caídas inesperadas.

Para esto, herramientas como Semrush, Ahrefs o Sistrix son esenciales. Estas herramientas te permiten realizar un seguimiento detallado de las posiciones de tus palabras clave en el período posterior a la migración. Es recomendable configurar alertas para que te notifiquen si alguna palabra clave experimenta una caída significativa en su ranking. Si se detecta una caída, se debe investigar para identificar si está relacionada con la migración o con otros factores.

Además del seguimiento de los rankings, también es importante observar otros indicadores, como el tráfico orgánico, las impresiones y los clicks. Google Search Console ofrece información valiosa sobre estos aspectos. Revisa las métricas de rendimiento para detectar si ha habido una disminución del tráfico desde la migración, lo que podría ser una señal de que algunas páginas no se están posicionando correctamente.

En caso de que las posiciones de algunas palabras clave hayan caído, es fundamental ajustar la estrategia SEO. Esto podría incluir la optimización de contenido, la corrección de problemas técnicos en las páginas o la mejora de las redirecciones 301. El seguimiento constante de estos indicadores te permitirá detectar rápidamente cualquier problema relacionado con la migración y corregirlo a tiempo para minimizar el impacto en el SEO del sitio.

En definitiva, validar una migración SEO es un paso crucial para proteger el rendimiento de tu sitio web y asegurar que no se pierda tráfico ni posicionamiento en el proceso. Con un correcto seguimiento, podrás identificar posibles errores, corregirlos a tiempo y garantizar que la transición sea un éxito.


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raul revuelta seo y marketing digital

Sobre mí

Raúl Revuelta

Consultor de marketing digital apasionado por el SEO, CRO y la analítica digital. En mi blog comparto información sobre estos tres temas y otras cosas curiosas relacionadas con el marketing digital. También puedes encontrarme en LinkedIn y Twitter.

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